Desde niños en el mundo desarrollado, se nos ha inculcado la idea de
ahorrar. Para ello, nuestros mayores no dudaban en regalarnos un objeto que nos
ayudaría a lograr ese propósito. Por otro lado suponía el sacrificio de
insertar la moneda en la hucha y no poder gastar ese dinero hasta que esté la
hucha tan llena que toque romperla.
Ya se que algunas huchas tienen un agujero debajo para poder sacar el
dinero sin tener que hacer añicos nuestra hucha, pero originariamente las
huchas no tenían ese agujero debajo para extraer el dinero. La única forma
posible de sacarle el dinero era rompiéndola cuando estuviese llena.
Lo curioso es que un altísimo porcentaje de las huchas que conocemos tienen
forma de cerdo. ¿Tiene alguna lógica que una hucha tenga que tener esa
apariencia? Con la cantidad de animales que hay o cosas a las que se puede asemejar...
Pues bien, que una hucha tenga forma de cerdo no es pura casualidad. Su
explicación es bien sencilla.
Desde que el ser humano se hace sedentario debido a su dedicación a la
agricultura y a la ganadería, la cría del ganado porcino era muy corriente. Esta
actividad comenzó en la Península de Anatolia en torno al 4.000 a.C. Las
ventajas que ocasionaba dedicarse a la cría de animales se relacionaba con el
temor a los saqueos. Si bien un animal es un bien móvil al que podemos mover y
poner a salvo de guerras, incendios, saqueos etc... Un cultivo era imposible
ponerlo a salvo. De esta forma la cría de animales se convirtió en algo muy común en zonas de un habitual belicismo.
La cría del cerdo en la Europa medieval, era una práctica que denotaba
cierta estabilidad económica. En caso de malas cosechas, inundaciones de los
campos, saqueos e incendios, aquella persona que poseía concrétamente el animal
del cual se aprovechan hasta los andares era un privilegiado, pues se aseguraba
el sustento por una vía alternativa a la agricultura. Por otro lado, la
mentalidad medieval incluía que aquellas personas que podía costearse comer
carne, eran personas acaudaladas. Aunque muy habitualmente esta práctica les
condujera a sufrir una enfermedad muy dolorosa, producida por la acumulación de
cristales de ácido úrico en las articulaciones, conocida comú nmente como
"gota".
Por tanto tener un cerdo en propiedad, era una forma de tener una reserva
de bienes para un momento de carestía. Es de este modo por el cual, el cerdo
aparece en la mentalidad europea como un símbolo de ahorro del que disponer en
un momento de "vacas flacas". Por eso las huchas tienen esa
apariencia.
Antonio José Alcocer Mingallón.
Ldo. Geografía.