miércoles, 2 de noviembre de 2016

¿Porqué las huchas tienen forma de cerdo?


Desde niños en el mundo desarrollado, se nos ha inculcado la idea de ahorrar. Para ello, nuestros mayores no dudaban en regalarnos un objeto que nos ayudaría a lograr ese propósito. Por otro lado suponía el sacrificio de insertar la moneda en la hucha y no poder gastar ese dinero hasta que esté la hucha tan llena que toque romperla.
Ya se que algunas huchas tienen un agujero debajo para poder sacar el dinero sin tener que hacer añicos nuestra hucha, pero originariamente las huchas no tenían ese agujero debajo para extraer el dinero. La única forma posible de sacarle el dinero era rompiéndola cuando estuviese llena.

Lo curioso es que un altísimo porcentaje de las huchas que conocemos tienen forma de cerdo. ¿Tiene alguna lógica que una hucha tenga que tener esa apariencia? Con la cantidad de animales que hay o cosas a las que se puede asemejar...


Pues bien, que una hucha tenga forma de cerdo no es pura casualidad. Su explicación es bien sencilla.

Desde que el ser humano se hace sedentario debido a su dedicación a la agricultura y a la ganadería, la cría del ganado porcino era muy corriente. Esta actividad comenzó en la Península de Anatolia en torno al 4.000 a.C. Las ventajas que ocasionaba dedicarse a la cría de animales se relacionaba con el temor a los saqueos. Si bien un animal es un bien móvil al que podemos mover y poner a salvo de guerras, incendios, saqueos etc... Un cultivo era imposible ponerlo a salvo. De esta forma la cría de animales se convirtió en algo muy común en zonas de un habitual belicismo.

La cría del cerdo en la Europa medieval, era una práctica que denotaba cierta estabilidad económica. En caso de malas cosechas, inundaciones de los campos, saqueos e incendios, aquella persona que poseía concrétamente el animal del cual se aprovechan hasta los andares era un privilegiado, pues se aseguraba el sustento por una vía alternativa a la agricultura. Por otro lado, la mentalidad medieval incluía que aquellas personas que podía costearse comer carne, eran personas acaudaladas. Aunque muy habitualmente esta práctica les condujera a sufrir una enfermedad muy dolorosa, producida por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, conocida comúnmente como "gota".



Por tanto tener un cerdo en propiedad, era una forma de tener una reserva de bienes para un momento de carestía. Es de este modo por el cual, el cerdo aparece en la mentalidad europea como un símbolo de ahorro del que disponer en un momento de "vacas flacas". Por eso las huchas tienen esa apariencia.


Antonio José Alcocer Mingallón.
Ldo. Geografía.

martes, 13 de septiembre de 2016

Los zapatos de tacón. Un invento bélico.


Hace unos días, hablando con mi novia sobre otro artículo ya publicado, me pidió que investigara el motivo de los tacones en los zapatos y porqué solo lo llevan las mujeres.

Movido por mi habitual curiosidad, indagué sobre el tema. Lo cierto es que en otra ocasión oí cierta explicación, que debía de comprobar. Y según las fuentes consultadas aquel rumor era cierto. Los tacones se inventaron para la guerra.




Entre los siglo XVII y XII a.C. una poderosa civilización extendía su dominio por Oriente Próximo, rivalizando con las potencias de Babilonia y Egipto. Se trataba de los hititas y su imperio Hatti. La forma de mantener a raya a tan poderosos imperios era mediante la fuerza bélica. Y los hititas para ese menester eran grandes inventores e ingenieros.
Los hititas perfeccionaron el carro de combate ligero al que sacaron máximo rendimiento en las batallas de llanura, consiguiendo una ofensiva rápida entre las filas enemigas. Pero por encima de todo se le atribuye a estos artesanos las primeras utilizaciones del hierro para la fabricación de armas y otros objetos de lujo. Aunque las armas en su mayoría eran fabricadas con bronce.

Calzado de arqueros ecuestres mongoles.

En el caso de los arqueros a caballo, está el punto que más nos interesa en nuestra historia. La forma de disparar a lomos de un caballo al galope era muy complicada, más aún si además se pretende apuntar. De modo que los herreros hititas idearon una peculiar forma para que el jinete se elevara del lomo del animal y flexionando las rodillas conseguía una amortiguación que le permitía apuntar con más facilidad. Se trató efectivamente de colocar tacones en las botas de los arqueros de caballería. Dichos tacones se introducían en el estribo y permitiendo al jinete levantar las posaderas del violento movimiento del equino.

Este invento revolucionó la guerra de aquel momento al aumentar los aciertos al disparar los arcos.
Lógicamente, los enemigos egipcios y babilonios copiaron tan novedoso sistema, difundiéndolo así por toda Asia.

En el siglo II a.C. los zapatos de tacón se empleaban por los actores en las representaciones teatrales. El objetivo era diferenciar en altura a los diferentes personajes de las obras según su estrato social. Los zapatos de tacón empleados por dichos actores se les denominaban "kothorni" y su función era puramente práctica y no por motivo estético como hoy en día.


Kothorni griegos.

Posteriormente en la Europa medieval, los zapatos de tacón volvieron a ponerse de moda tanto para hombres como para mujeres con otro motivo práctico. Pues las calles de las ciudades al no estar empedradas y ser de tierra, unido al arrojo de aguas sucias y excrementos por las ventanas de las casas de aguas al grito de "agua va", creaban un apestoso lodo.
Por este motivo, tanto hombres como mujeres calzaban sandalias con tacón para aislarse todo lo posible del suelo, al tiempo que el tacón también servía para clavarse al lodo y no escurrirse en él.

 
Dama veneciana del siglo XV.
Durante los siglos XV y XVI, las mujeres venecianas comenzaron a usar unos zapatos de tacón llamados "chapines" que si mostraban además el estatus de las mujeres según la altura del tacón. Llegándose incluso a los 50 cm de tacón. Esto ocasionaba verdaderos problemas para caminar a las mujeres de más alta alcurnia. Por tanto precisaban la asistencia de criados para ayudarles como apoyo. Siendo el número de criados que rodeaban a las señoras a cada paso, una buena forma de presumir del alto estatus. Cuantos más criados asistieran a la señora al caminar, más alto sería su estatus económico.
Pero en realidad estos no eran puramente tacones, sino plataformas.


A finales del siglo XVI, una embajada persa llega a la corte francesa del monarca Luis XIV con la intención de pedir apoyo militar para el Sha de Persia frente a la amenaza del imperio Otomano. Los embajadores persas vestían suntuosos trajes de túnica y unos zapatos con tacones. Este calzado maravilló al monarca galo. Poco a poco en el París de la época, los hombres y mujeres de la corte y la nobleza siguieron la moda que encandiló al rey. De este codo comenzó a extenderse el calzado con tacón por toda Europa.


 
Luis XIV de Francia.
Al llegar el siglo XVIII, con la Ilustración se cambió no solamente el modo de pensar de la población, sino también su vestimenta teniendo en cuenta que lo extravagante como las pelucas blancas, el maquillaje y los tacones eran más propios de personas irracionales. Incluso las mujeres dejaron esta moda. Pero no tardaron mucho las mujeres en regresar a la moda de los tacones y el maquillaje. Aunque los hombres no volvieron y prefirieron mantener un aspecto menos suntuoso y recargado.

Por tanto, las mujeres francesas vuelven a emplear y a poner de moda a mediados del siglo XIX los tacones y el maquillaje. Momento en que dicha moda francesa se extendería por toda Europa y muy peculiarmente por EEUU. Pues en ese momento, en Norteamérica miraban con embeleso el refinamiento y por ende todo lo procedente de Francia. De modo que así llega la baraja francesa, las bailarinas de "can can" y aceptaron de muy buen grado la estatua de la libertad. Regalo de Francia a EEUU que hoy en día sigue siendo su símbolo de identidad.

Fotografía erótica francesa del sigloXIX.

Tampoco podemos olvidar que a finales del siglo XIX, comienzan a aparecer en Francia los fotógrafos dedicados a la pornografía. Que preferían que las mujeres emplearan zapatos de tacón en sus fotos como símbolo de sensualidad y feminidad, idea que hoy en día tiene nuestra sociedad. Y como muchas mujeres dicen, este calzado "les hace sentirse femeninas", aunque la mujer es ya femenina por naturaleza. Pero este calzado es como un símbolo moderno de la feminidad. Y de igual forma piensan los hombres. Por tanto prefieren dejar el incómodo símbolo femenino contemporáneo solo al uso de las mujeres.


Antonio José Alcocer Mingallón.
Licenciado en Geografía.


miércoles, 7 de septiembre de 2016

Un "Año Sabático" de miles de años.


A lo largo de la historia existen numerosos pasajes que nos recuerdan la ya antigua existencia de esta expresión, "año sabático".

Hoy en día se suele definir como un año a lo largo del cual no se realiza la actividad laboral o formación, en caso de estudiantes, que venía realizándose habitualmente. Con frecuencia suelen ser los profesores universitarios quienes más suelen tomarse este espacio de tiempo para así ampliar su formación académica.

Pero como digo esta expresión no es nada nueva. Su antigüedad se cuenta por milenios y según las fuentes que he consultado existen varias hipótesis de su origen. Lo que si es seguro es que sus creadores fueron los hebreos.

Situémonos en la zona de próximo oriente cuando los semitas se encontraban ya dominando esa zona. En estas primeras urbes que aparecen en el mundo surgiría la religión monoteísta judía originada de otras religiones de carácter pesimista. Donde cada ciudad tenía su propia divinidad.
Dibujo de los cultivos irrigados de la antigua Mesopotamia.

Llegado el momento todas las urbes se unifican  militar y culturalmente bajo la llamada Coalición de los Caldeos de Babilonia y unidos a los Medos, acabarían con la hegemonía Asiria en 1047 a.C. hasta la invasión Persa con el rey Ciro "El Grande" que crearía el imperio Persa.

En ese momento, la agricultura irrigada era la base de la economía. Y las tierras se explotaban por concesión del Estado. Y el mismo Estado, decretaba un año de inactividad agraria en las tierras para así esperar la recuperación de la tierra. Lo que hoy en día se conoce como barbecho. A ese año de descanso se le conocía con el nombre de Año Sabático.

Otra de las hipótesis también la encontramos de la mano de la tradición hebrea. Pues los practicantes del judaísmo tienen como día sagrado el Sabbath, el sábado. El parecido de las palabras ya nos va dando una pista.

Para los judíos, el Sábado es el séptimo y último día de la semana. Recordemos que según el primer libro de la Tora (el libro del génesis del antiguo testamento para los cristianos), Dios hizo el universo, el mundo y los seres vivos en siete días y el último día descansó. Por eso nuestras semanas duran siete días.

Y podréis decir, no, el séptimo y último día de la semana es el domingo. Pues bien, eso es por otro motivo. Cada una de las 3 religiones monoteístas están emparentadas por sus orígenes, (artículo que ya publicaré mas adelante). Y en las 3 religiones se tiene al séptimo día como día sagrado por ese mismo motivo que narra el libro del Génesis. Pero para los musulmanes es el viernes ese último día de la semana, el domingo para los cristianos (donde además Cristo fue crucificado en viernes y resucitado al día siguiente del Sabbath, Domingo. Y el Sabbath el día sagrado judío.
Rabinos judíos en el Muro de Las Lamentaciones.


Pues bien, los judíos celebran en familia la fiesta del Sabbath para honrar a su Dios, Yahveh, o también llamado Jehová. Y es por eso que emulando a su divinidad no pueden hacer prácticamente nada salvo rezar y descansar. De hecho, tienen hasta los pasos contados en las comunidades más ortodoxas. Por tanto Sabbath es también significado de descanso tanto de la tierra de cultivo, como os narraba antes, como de descanso para los judíos.

Como último apunte al origen del año sabático, existe otra hipótesis.
Salomón (Sulayman para los musulmanes), hijo de David y Betsabé, heredó un basto imperio en el que reinó durante 40 años (925-968 a.C.), que llegaba desde el Valle Torrencial en la frontera con Egipto hasta el río Éufrates.



Tal poderío y fama de sabio, atrajo la atención de la Reina de Saba (territorio que ahora ocupan los actuales países de Etiopía y Yemen). En los textos bíblicos no se le llama a esta reina por su nombre, solo por el título, “la reina de Saba”. Pero su nombre era Makeda según los arqueólogos, la tradición musulmana la llama Balkis.

Makeda, Reina de Saba.


El Rey Salomón, a menudo solía viajar al reino de Saba para encontrarse con su amada, descuidando así la labor de gobierno. Los viajes eran largos y difíciles, por tanto la estancia en Saba solía prolongarse durante meses o llegar al año. Los funcionarios del reino de Israel, ante la falta de gobierno y la necesidad del rey para decidir sobre ciertos asuntos de estado, no tenían  más remedio que paralizar estos asuntos hasta el regreso del rey. Y con ello, declaraban que el rey se encontraba en "año sabático"; un año en Saba.


Salomón tuvo con Makeda un hijo llamado Manelik I (según los textos sagrados de la iglesia ortodoxa etíope), que seria Rey de Etiopia y sacaría el Arca de la Alianza del templo de Jerusalén para llevarlo a su reino, según el relato de Gérard de Nerval. Según cuenta la iglesia ortodoxa etíope y coincidiendo con gran numero de arqueólogos que han encontrado evidencias en la iglesia copta de Nuestra Señora de Sión, todo apunta que es allí donde se encuentra el Arca de la Alianza.


Antonio José Alcocer Mingallón
Licenciado en Geografía.

viernes, 26 de agosto de 2016

Irse fuera de parva, salirse fuera de parva.



Un buen amigo me ha preguntado recientemente sobre el origen de una frase hecha como es "salirse fuera de parva".

Ha sido difícil encontrar las fuentes fiables y útiles para documentar este vocablo que desgraciadamente por muchos lugares de España se ha perdido. Personalmente nunca lo había escuchado en mi zona, pero como ya sabemos, los localismos y regionalismos lingüísticos del castellano son muy numerosos. Por no hablar de la perdida de muchos de ellos por desconocimiento que se van perdiendo de la memoria de la sociedad con el paso del tiempo.

Etimológicamente, "parva" procede del término latino "parvus". Es la palabra empleada para definir la mies antes de terminar de trillarla.

También se llama parva a la antiquísima forma de almacenar paja, heno y otros vegetales para minimizar la perdida de sus cualidades. Esta forma de almacenar la cosecha consistía en acumular la carga en torno a un poste de madera, capa sobre capa, así solo se perdía la capa inferior por estar en contacto con el suelo húmedo donde  entraba en estado de putrefacción, pero se lograba poner a salvo el resto de la cosecha.

Posteriormente con el avance tecnológico que supuso la industria y la aplicación de la misma al trabajo agrario con la llamada "revolución verde", la forma de almacenamiento de las herbáceas y la paja se almacenó en "pacas" o "fardos". Pero actualmente, en algunos lugares, se sigue empleando la forma mas antigua de almacenamiento. Son característicos en los espacios rurales de la Cordillera Cantábrica, Galicia, zona de los Pirineos, costa oeste y sur de Francia e Inglaterra entre otros. En Asturias también se les denomina "meda".

También el refranero popular español contempla esta curiosa palabra. No es de extrañar, cuando el saber popular viene de muy atrás en el tiempo y de las experiencias vividas por nuestros ancestros, mayoritariamente trabajadores agrícolas.
Es por tanto que encontramos otros usos de esta palabra en refranes y dichos populares:

"Entre Santa Ana y Santa Magdalena, no tengas la parva en la era", que se decía en la zona de Cataluña, dando a entender que entre estas festividades, las precipitaciones podían dar al traste con el secado de la cosecha retrasando así la trilla o incluso pudriendo toda la cosecha.

"Si en Enero la nieve es rara, mala será la parva", sería una forma de prever una mala cosecha de cereales o herbáceas, si en el mes de Enero no había nevado.

Por tanto, la expresión "salirse fuera de parva" o "irse de parva" vienen a asemejar cuando alguna parte de la mies se caía fuera de este almacenamiento, dándose a entender que no estaba donde debería estar depositado y en definitiva, corría la mala fortuna de podrirse en el suelo fuera de la parva.

O de otro modo, que al extender la parva o mies en la era para ser trillada, el trillo se salía de la era y de la parva, e iba trillando por fuera, por donde no había paja ni heno que trillar. Por tanto el trillador no estaba haciendo las cosas bien y estaba como se diría coloquialmente en el siglo XXI, "a su bola".

De este modo, una persona que se va de parva, es una persona que va a su aire, que no va con los demás o que se ha equivocado o desviado del que debía ser su objetivo o cometido.







Antonio José Alcocer Mingallón

Licenciado en Geografía.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Quedar como Cagancho en Almagro.


Es por todos conocido aunque cada vez más en desuso la célebre frase "Quedar como Cagancho en Almagro" para referirnos a hacer algo estrepitosamente mal en público. Y como todas las cosas, parten de un acontecimiento histórico, que es quien le da origen, en este artículo os voy a narrar que ocurrió en Almagro ese día.

Debo aclarar en un primer momento, que lejos de la idea que hoy se tiene de la tauromaquia en la cual unos se encuentran a favor y otros en contra, en 1927, ver una corrida de toros era casi el único entretenimiento ocioso, junto al teatro, que una persona podía tener. El cine en aquel momento estaba en pañales y la mayoría de las personas pasaban su tiempo trabajando en duras labores agrarias. 

Es por este motivo que una corrida de toros era un gran acontecimiento, sobretodo en un pequeño núcleo rural. 
Almagro es uno de los pueblos mas carismáticos de la provincia de Ciudad Real, tiene una grandiosa historia, un famoso corral de comedias y como no, hasta esta famosa frase que ha quedado para la posteridad debido a la famosa "espantá" protagonizada por Joaquín Rodríguez Ortega "Cagancho".

Joaquín Rodríguez Ortega "Cagancho"


Este destacado diestro de principios del siglo XX, según las crónicas taurinas, era si no el diestro más destacado, si una de las principales figuras del momento. Cagancho, nacido en Triana (Sevilla) en 1903, de etnia gitana y muy acertado con la muleta, tomó la alternativa de Rafael Gómez "El Gallo" en Murcia, en Abril de 1927.

A pesar de su más que destacada habilidad con la muleta y el estoque, en varias ocasiones organizó espectáculos tan lamentables que terminó en los calabozos de la guardia civil y los toros malheridos en el corral.

En España las ganas de guasa y buen humor no pueden faltar y a todo sacamos chascarrillos que como el de Almagro, están cerca de cumplir la centuria. Este chascarrillo no es único ya que existen variantes, según donde Cagancho dejara su menos acertada huella. Por eso se suele escuchar también: "Quedar como Cagancho en Las Ventas", "armar la de Cagancho en las ventas" o en la zona Oeste de Andalucía "Quedar como Cagancho en Priego".

Pero la famosa espantada que el diestro protagonizó en Almagro, en mi opinión creo que fue la madre de todos los fracasos taurinos que se recuerdan.

Pongámonos en situación. Se anunció que con motivo de las fiestas de Almagro, uno de los toreros de la corrida del 25 de Agosto de 1927 sería el archiconocido Joaquín Rodríguez Ortega "Cagancho". Esta noticia corrió como la pólvora por todos los pueblos de la zona. La gente pagó autenticas barbaridades en la reventa de Ciudad Real y se triplicaron los trenes en la ruta Ciudad Real-Almagro, que llegaron incluso con pasajeros subidos a los estribos de lo llenos que entraban en la estación de destino.

Una hora antes de dar comienzo el festejo taurino, la plaza de Almagro estaba hasta la bandera. El público se agolpaba y aguantaba el calor como buenamente podía, pues las tardes de verano en La Mancha son de muy altas temperaturas y más aún a pleno sol. Y el acalorado público solo tenia a mano, para defenderse del calor, su tradicional bota de vino que no solía faltar para ir a los toros.
Hasta una hora tarde llegó el afamado torero. Así comenzó el paseíllo junto a los otros 2 diestros que compartían cartel con él eran Antonio Márquez y Manuel del Pozo "Rayito". La gente ya estaba algo enfadada por el retraso, el calor, los empujones de la multitud...
 
Plaza de Toros de Almagro, Ciudad Real.


De los 6 toros de la ganadería de Pérez-Tabernero, el primero y el tercero fueron para Márquez que realizó una nefasta faena con ambos y fue abucheado por un publico cada vez mas enfadado, acalorado, incomodo y muy seguramente bajo los efectos del vino que llevaban en sus botas. Solo decir que Márquez fue multado por el Ayuntamiento de Almagro con 250 pesetas por matar tan mal. 

Pero vamos al tema de Cagancho. En el tercer toro de la tarde y su primero, toreó con el brazo muy estirado, desde la distancia y sin ánimos de acercarse al toro. Lo que enfureció y desilusionó al público. Pero la guinda la ponía al precisar ocho pinchazos y cinco descabellos, según las crónicas. En esta ocasión la admirada figura pasó a ser objeto de mofa, abucheos y algún que otro almohadillazo.

Pero el colmo de todo fue el último toro. La crónica cuenta que el torero huía constantemente del animal  y se tiraba de cabeza al callejón para ponerse a salvo en repetidas ocasiones. Los subalternos portaban estoques que escondían bajo sus capotes y al acercarse al animal, se los clavaban en los costados. Cagancho en intención de matar al toro pinchó en el cuello y el brazuelo. 

Cartel de la corrida de toros del 24 y 25 de Agosto de 1927


Yo no soy un seguidor de la tauromaquia ni entiendo mucho sobre estas cuestiones, pero al parecer, pinchar en un lugar que no sea en la cruz delantera (espacio entre las escápulas de las patas delanteras) es un error del torero, no digamos pinchar en el cuello o las patas.

Una lluvia de insultos, esputos, botellas, almohadillas, botas, botijos y piedras cayeron a la arena buscando acertar en el cuerpo del diestro, Sonó en tercer aviso que significaba que el tiempo había concluido y con los cabestros en la plaza, y aún así el toro seguía siendo apuñalado por los subalternos de Cagancho desde el callejón.

Ocho guardias civiles fueron necesarios para evitar la invasión del anillo y la arena por parte del enfurecido público que todo sea dicho, dejándose llevar por el vino ingerido en aquella tarde de calor, buscaban abalanzarse sobre Cagancho y su cuadrilla.

"Cagancho" dando la alternativa a
 Miguel Báez Espuny "El Litri"
en 1950 en Valencia.
El gobernador civil ordenó retener a los toreros en el salón de plenos del ayuntamiento, mientras un cuerpo de caballería trataba de disolver a la enfurecida muchedumbre que exigían que se le devolviese el dinero de las entradas y les entregaran a Cagancho. El ayuntamiento lo multó con 500 pesetas al torero gitano y aún vestido de torero pero camuflado entre unas mercancías, fue llevado en automóvil a la estación de tren. Para subirse al tren con destino Almería donde junto a Márquez, volverían a ofrecer otra desdichada actuación.

Existen rumores que afirman que Cagancho para salir del pueblo sin que lo viera la muchedumbre que le perseguía, se refugió en una plantación de panizo junto a su cuadrilla, pero la versión oficial dice que fue sacado del ayuntamiento en coche entre unas cajas como camuflaje, horas después.
Otro de los rumores que circulan es que la muchedumbre prendió fuego a la plaza, cosa imposible, pues al día siguiente se celebró una novillada en la misma plaza, sin ningún problema.

A pesar de las buenas faenas realizadas por Joaquín Rodríguez Ortega, alias "Cagancho" en otras plazas y en otro momento, la frase "quedar como cagancho en Almagro" sigue persistiendo. Y la respuesta que Cagancho dio al alcalde de Almagro y al Gobernador Civil de Ciudad Real, cuando le preguntaron que le había pasado, también pasó a la historia. "Una mala tarde la tiene cualquiera".


Antonio José Alcocer Mingallón.

Licenciado en Geografía.

viernes, 19 de agosto de 2016

Paquito el Chocolatero. Historia de un pasodoble.


Que decir de este magnífico pasodoble. Es por todo el mundo conocido esta pieza musical que ameniza las fiestas populares de todos los pueblos en la imponente geografía española. Pero la fama no termina ahí, pues esta pieza también es muy conocida en otros países de la tierra como es el caso de Argentina, Estados Unidos, Alemania, Egipto, Japón o Australia. Y no solo por la revitalizante imagen que gracias al cantante King África se le volvió a dar hace un par de veranos. También hay que tener en cuenta que este pasodoble tiene un carácter propio que le sirve de carta de presentación.


Cupón conmemorativo del centenario
del nacimiento de Gustavo Pascual Falcó.

Desgraciadamente no es tan conocido el nombre de su autor, Don Gustavo Pascual Falcó, vecino de Cocentaina, una preciosa localidad de la provincia de Alicante donde nació y murió joven (1909-1946). Gustavo trabajaba en una de las numerosas fábricas de calzado que se encontraban en la provincia de Alicante. Pero además, Gustavo era un enamorado de la música. Eso le originó hacerse músico y también compositor.

Gustavo se ayudaba de su clarinete, el cual tocaba con gran virtuosismo desde los 8 años, y principalmente de su guitarra, para componer las marchas de moros y cristianos. Pues es de todos conocido la afición por la fiesta de moros y cristianos en las poblaciones de levante. Don Gustavo no podía ser diferente y unido a su gran afición por la música compuso un buen número de piezas destinadas a los desfiles de dicha festividad.
Trágicamente el maestro Pascual murió de los problemas renales por los que padeció gran parte de su vida. Pero su espíritu y recuerdo han quedado vivos para siempre en sus composiciones.

Paquito el chocolatero es su obra más laureada y la más reproducida en directo según la SGAE. Pero son pocos los que saben las curiosidades que encierra este pasodoble, salvo los vecinos de Cocentaina. Según  los contestanos (gentilicio de esta localidad), Gustavo tenía un gran amigo que además era su cuñado, Francisco Pérez Molina "Paquito". Según cuentan, en el verano de 1937, en plena guerra civil española, Gustavo Pascual veraneaba con la familia de su esposa en una casa de campo en la sierra de Mariola.
Allí lógicamente coincidió con su cuñado y gran amigo "Paquito" un hombre apasionado de la percusión y al parecer de muy buen humor al que lo caracterizaba una afamada risa contagiosa.
Gustavo tocó las 3 piezas que habia compuesto y le preguntó a su cuñado cual le había gustado más. Paquito eligió la más alegre. En ese momento Gustavo, en homenaje a Paquito le dedico la pieza y le puso su nombre.


Pero... ¿De donde viene "el Chocolatero"?

La pista la tenemos en el oficio de sus padres y del propio Paquito, el cual, se dedicaba a la venta de café, azúcar, especias varias y naturalmente chocolate. Siendo de este producto originado del cacao de donde le vendría el apodo a Paquito. De esta manera se conocia a Francisco en su pueblo "Paquito el Chocolatero". De modo que el pasodoble pasó a llamarse definitivamente así.

En la población de Cocentaina tan solo suenan las notas de este afamado pasodoble en el mes de Agosto, coincidiendo con la festividad de Moros y Cristianos, para la que se compuso. La guitarra con la que se compuso la obra y la partitura original donde Gustavo dejó por escrito la dedicatoria a su buen amigo Paquito, puede contemplarse en el museo festero de Cocentaina. No así el clarinete del compositor que fue vendido por su viuda o el violonchelo que su hijo guarda con gran cariño en el salón de su casa.


¿De donde viene el popular baile de "Paquito el Chocolatero"?

Al parecer la fama de este pasodoble corrió como la pólvora por las fiesta de Moros y Cristianos de toda la provincia en muy poco tiempo. Así en la década de los años 40, se tocó esta pieza musical en el desfile de Villena. Un miembro de la Comparsa de Piratas, apodado "El Roña" puso de moda en conocido grito de "je" mientas desfilaba. Cabe decir que "El Roña" sufría una cojera. Por este motivo desfilaba balanceándose. Sus amigos y compañeros, a modo de broma, respondían "je, que te caes",  imitando los esforzados pasos de El Roña, ellos también.
El Roña, lejos de molestarse y siguiendo el buen humor que caracteriza estas fiestas y a los que en ellas participan, se puso frente a sus compañeros sin dejar de moverse dando lugar así al archiconocido baile.


Pero el maestro Pascual no podía dejar ahi su aportación.
Se dió cuenta que al componer sus obras y ensayarlas sonaban muy bien, pero no era así cuando se tocaban en un desfile. Por tanto recolocó la disposición de las bandas de música a la hora de realizar un pasacalles. Ubicó la percusión en la parte delantera, los instrumentos de acompañamiento detrás y los instrumentos de melodía en medio. Esta nueva disposición se estrenó en las fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina en 1943. Esa misma noche, cuenta que Gustavo fue llevado a hombros a su casa. Y aún hoy en día en los desfiles de Moros y Cristianos se sigue organizando de esta forma a las bandas de música.


Antonio José Alcocer Mingallón

Licenciado en Geografía.



martes, 9 de agosto de 2016

PROMETER EL ORO Y EL MORO


Es curiosa esta frase hecha en el castellano.
Como es lógico, tiene su origen en nuestra lengua a partir de un acontecimiento en época medieval. Pues como es conocido por todos, los musulmanes ocuparon la Península Ibérica del 711 al año 1492. Tomando como acontecimiento final, la entrega de las llaves de la Alhambra de Granada de Boabdil "El Chico" a los Reyes Católicos el 2 de Enero de 1492.

Durante esos siglos, los musulmanes ocuparon gran parte de la Península Ibérica, a la que accedieron desde el Sur, aprovechando un descuido de las visigodos en Tarifa, Posteriormente a eso, los musulmanes fueron avanzando su frontera hacia el norte hasta que en vascones, cántabros y principalmente astures consiguen frenarlos e incluso derrotarlos. Para lograr la victoria final fueron necesarios siglos de luchas.


En esos enfrentamientos bélicos, la cantidad de cadáveres que ocupaban el campo de batalla tras finalizar la misma, eran muy numerosos. Ello era debido a la innecesaria práxis de hacer prisioneros por norma general. Lo más corriente que podía sucederle a un soldado era la victoria o la muerte. Aunque en ciertas ocasiones había una tercera salida, no era otra que ser retenido y solicitar a cambio un rescate. Este gesto que hoy en día podríamos denominar secuestro, era una práctica habitual que solía realizarse al reconocer a un personaje ilustre en la refriega. Por tanto los soldados que soportaban una maltrecha vida de penurias y calamidades económicas, empuñaban sus armas con los ojos bien abiertos por si alguna pista de la indumentaria o montura del enemigo podría señalar quién era un personaje ilustre.

Es por este motivo, que durante el reinado de Juan II de Castilla, concretamente en 1426, tiene lugar una batalla entre moros y cristianos en las cercanías de Ronda (Malaga). 
Estatua ecuestre de Juan II de Castilla, en Ciudad Real.
Los rehenes por los que se exigió rescate fueron Abdalá, alcaide de Ronda y todo su séquito. Entre su séquito se incluía a Hamet, sobrino del mismo Abdalá.
Los cristianos que apresaron a estos musulmanes, se los llevaron a su ciudad, Jerez, hasta recibir el pago por liberarles. 
El bando musulmán pagó el rescate pero los jerezanos tan solo liberaron a Abdalá. 

Este acontecimiento llegó a oídos del rey que ordenó la puesta en libertad de todos los rehenes, puesto que el pago se había realizado. Pero los caballeros jerezanos, influenciados por la esposa de uno de ellos, no estaban dispuestos a dejar pasar la oportunidad de obtener otra importante suma por los demás rehenes. 



Si bien los caballeros pretendían obtener una buena suma de oro por los reos, el rey ordenó trasladar al sobrino del cabecilla musulmán a la corte. Curiosamente, el reo más valioso de todos los que quedaban apresados, dejando a los menos valiosos en manos de los caballeros.
De este modo, los soldados de Jerez pensaron que el verdadero interés de Juan II, no se trataba de hacer justicia y liberar a todos los presos por los que ya se había pagado. Sino tener al moro más valioso de todos bajo su poder, para canjearlo él mismo por el oro,


Es por ello que los jerezanos dijesen que el rey lo que quería era: "el oro y el moro".

Siglos después, en España seguimos empleando este dicho cuando otra persona pretende obtener algo exageradamente positivo para esa persona o algo totalmente absurdo.

Son tantos los dichos, frases y expresiones que empleamos en castellano y que desconocemos su origen, que es fácil encontrar ciertas respuestas en episodios tan pasados, que en muchas ocasiones son borrados y olvidados de nuestra cultura y conocimiento. Desde "El gato curioso de Alcocer", intentaré investigar y dar luz a estas curiosidades para evitar que el paso del tiempo las borre.





Antonio José Alcocer Mingallón
Licenciado en Geografía.