viernes, 26 de agosto de 2016

Irse fuera de parva, salirse fuera de parva.



Un buen amigo me ha preguntado recientemente sobre el origen de una frase hecha como es "salirse fuera de parva".

Ha sido difícil encontrar las fuentes fiables y útiles para documentar este vocablo que desgraciadamente por muchos lugares de España se ha perdido. Personalmente nunca lo había escuchado en mi zona, pero como ya sabemos, los localismos y regionalismos lingüísticos del castellano son muy numerosos. Por no hablar de la perdida de muchos de ellos por desconocimiento que se van perdiendo de la memoria de la sociedad con el paso del tiempo.

Etimológicamente, "parva" procede del término latino "parvus". Es la palabra empleada para definir la mies antes de terminar de trillarla.

También se llama parva a la antiquísima forma de almacenar paja, heno y otros vegetales para minimizar la perdida de sus cualidades. Esta forma de almacenar la cosecha consistía en acumular la carga en torno a un poste de madera, capa sobre capa, así solo se perdía la capa inferior por estar en contacto con el suelo húmedo donde  entraba en estado de putrefacción, pero se lograba poner a salvo el resto de la cosecha.

Posteriormente con el avance tecnológico que supuso la industria y la aplicación de la misma al trabajo agrario con la llamada "revolución verde", la forma de almacenamiento de las herbáceas y la paja se almacenó en "pacas" o "fardos". Pero actualmente, en algunos lugares, se sigue empleando la forma mas antigua de almacenamiento. Son característicos en los espacios rurales de la Cordillera Cantábrica, Galicia, zona de los Pirineos, costa oeste y sur de Francia e Inglaterra entre otros. En Asturias también se les denomina "meda".

También el refranero popular español contempla esta curiosa palabra. No es de extrañar, cuando el saber popular viene de muy atrás en el tiempo y de las experiencias vividas por nuestros ancestros, mayoritariamente trabajadores agrícolas.
Es por tanto que encontramos otros usos de esta palabra en refranes y dichos populares:

"Entre Santa Ana y Santa Magdalena, no tengas la parva en la era", que se decía en la zona de Cataluña, dando a entender que entre estas festividades, las precipitaciones podían dar al traste con el secado de la cosecha retrasando así la trilla o incluso pudriendo toda la cosecha.

"Si en Enero la nieve es rara, mala será la parva", sería una forma de prever una mala cosecha de cereales o herbáceas, si en el mes de Enero no había nevado.

Por tanto, la expresión "salirse fuera de parva" o "irse de parva" vienen a asemejar cuando alguna parte de la mies se caía fuera de este almacenamiento, dándose a entender que no estaba donde debería estar depositado y en definitiva, corría la mala fortuna de podrirse en el suelo fuera de la parva.

O de otro modo, que al extender la parva o mies en la era para ser trillada, el trillo se salía de la era y de la parva, e iba trillando por fuera, por donde no había paja ni heno que trillar. Por tanto el trillador no estaba haciendo las cosas bien y estaba como se diría coloquialmente en el siglo XXI, "a su bola".

De este modo, una persona que se va de parva, es una persona que va a su aire, que no va con los demás o que se ha equivocado o desviado del que debía ser su objetivo o cometido.







Antonio José Alcocer Mingallón

Licenciado en Geografía.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Quedar como Cagancho en Almagro.


Es por todos conocido aunque cada vez más en desuso la célebre frase "Quedar como Cagancho en Almagro" para referirnos a hacer algo estrepitosamente mal en público. Y como todas las cosas, parten de un acontecimiento histórico, que es quien le da origen, en este artículo os voy a narrar que ocurrió en Almagro ese día.

Debo aclarar en un primer momento, que lejos de la idea que hoy se tiene de la tauromaquia en la cual unos se encuentran a favor y otros en contra, en 1927, ver una corrida de toros era casi el único entretenimiento ocioso, junto al teatro, que una persona podía tener. El cine en aquel momento estaba en pañales y la mayoría de las personas pasaban su tiempo trabajando en duras labores agrarias. 

Es por este motivo que una corrida de toros era un gran acontecimiento, sobretodo en un pequeño núcleo rural. 
Almagro es uno de los pueblos mas carismáticos de la provincia de Ciudad Real, tiene una grandiosa historia, un famoso corral de comedias y como no, hasta esta famosa frase que ha quedado para la posteridad debido a la famosa "espantá" protagonizada por Joaquín Rodríguez Ortega "Cagancho".

Joaquín Rodríguez Ortega "Cagancho"


Este destacado diestro de principios del siglo XX, según las crónicas taurinas, era si no el diestro más destacado, si una de las principales figuras del momento. Cagancho, nacido en Triana (Sevilla) en 1903, de etnia gitana y muy acertado con la muleta, tomó la alternativa de Rafael Gómez "El Gallo" en Murcia, en Abril de 1927.

A pesar de su más que destacada habilidad con la muleta y el estoque, en varias ocasiones organizó espectáculos tan lamentables que terminó en los calabozos de la guardia civil y los toros malheridos en el corral.

En España las ganas de guasa y buen humor no pueden faltar y a todo sacamos chascarrillos que como el de Almagro, están cerca de cumplir la centuria. Este chascarrillo no es único ya que existen variantes, según donde Cagancho dejara su menos acertada huella. Por eso se suele escuchar también: "Quedar como Cagancho en Las Ventas", "armar la de Cagancho en las ventas" o en la zona Oeste de Andalucía "Quedar como Cagancho en Priego".

Pero la famosa espantada que el diestro protagonizó en Almagro, en mi opinión creo que fue la madre de todos los fracasos taurinos que se recuerdan.

Pongámonos en situación. Se anunció que con motivo de las fiestas de Almagro, uno de los toreros de la corrida del 25 de Agosto de 1927 sería el archiconocido Joaquín Rodríguez Ortega "Cagancho". Esta noticia corrió como la pólvora por todos los pueblos de la zona. La gente pagó autenticas barbaridades en la reventa de Ciudad Real y se triplicaron los trenes en la ruta Ciudad Real-Almagro, que llegaron incluso con pasajeros subidos a los estribos de lo llenos que entraban en la estación de destino.

Una hora antes de dar comienzo el festejo taurino, la plaza de Almagro estaba hasta la bandera. El público se agolpaba y aguantaba el calor como buenamente podía, pues las tardes de verano en La Mancha son de muy altas temperaturas y más aún a pleno sol. Y el acalorado público solo tenia a mano, para defenderse del calor, su tradicional bota de vino que no solía faltar para ir a los toros.
Hasta una hora tarde llegó el afamado torero. Así comenzó el paseíllo junto a los otros 2 diestros que compartían cartel con él eran Antonio Márquez y Manuel del Pozo "Rayito". La gente ya estaba algo enfadada por el retraso, el calor, los empujones de la multitud...
 
Plaza de Toros de Almagro, Ciudad Real.


De los 6 toros de la ganadería de Pérez-Tabernero, el primero y el tercero fueron para Márquez que realizó una nefasta faena con ambos y fue abucheado por un publico cada vez mas enfadado, acalorado, incomodo y muy seguramente bajo los efectos del vino que llevaban en sus botas. Solo decir que Márquez fue multado por el Ayuntamiento de Almagro con 250 pesetas por matar tan mal. 

Pero vamos al tema de Cagancho. En el tercer toro de la tarde y su primero, toreó con el brazo muy estirado, desde la distancia y sin ánimos de acercarse al toro. Lo que enfureció y desilusionó al público. Pero la guinda la ponía al precisar ocho pinchazos y cinco descabellos, según las crónicas. En esta ocasión la admirada figura pasó a ser objeto de mofa, abucheos y algún que otro almohadillazo.

Pero el colmo de todo fue el último toro. La crónica cuenta que el torero huía constantemente del animal  y se tiraba de cabeza al callejón para ponerse a salvo en repetidas ocasiones. Los subalternos portaban estoques que escondían bajo sus capotes y al acercarse al animal, se los clavaban en los costados. Cagancho en intención de matar al toro pinchó en el cuello y el brazuelo. 

Cartel de la corrida de toros del 24 y 25 de Agosto de 1927


Yo no soy un seguidor de la tauromaquia ni entiendo mucho sobre estas cuestiones, pero al parecer, pinchar en un lugar que no sea en la cruz delantera (espacio entre las escápulas de las patas delanteras) es un error del torero, no digamos pinchar en el cuello o las patas.

Una lluvia de insultos, esputos, botellas, almohadillas, botas, botijos y piedras cayeron a la arena buscando acertar en el cuerpo del diestro, Sonó en tercer aviso que significaba que el tiempo había concluido y con los cabestros en la plaza, y aún así el toro seguía siendo apuñalado por los subalternos de Cagancho desde el callejón.

Ocho guardias civiles fueron necesarios para evitar la invasión del anillo y la arena por parte del enfurecido público que todo sea dicho, dejándose llevar por el vino ingerido en aquella tarde de calor, buscaban abalanzarse sobre Cagancho y su cuadrilla.

"Cagancho" dando la alternativa a
 Miguel Báez Espuny "El Litri"
en 1950 en Valencia.
El gobernador civil ordenó retener a los toreros en el salón de plenos del ayuntamiento, mientras un cuerpo de caballería trataba de disolver a la enfurecida muchedumbre que exigían que se le devolviese el dinero de las entradas y les entregaran a Cagancho. El ayuntamiento lo multó con 500 pesetas al torero gitano y aún vestido de torero pero camuflado entre unas mercancías, fue llevado en automóvil a la estación de tren. Para subirse al tren con destino Almería donde junto a Márquez, volverían a ofrecer otra desdichada actuación.

Existen rumores que afirman que Cagancho para salir del pueblo sin que lo viera la muchedumbre que le perseguía, se refugió en una plantación de panizo junto a su cuadrilla, pero la versión oficial dice que fue sacado del ayuntamiento en coche entre unas cajas como camuflaje, horas después.
Otro de los rumores que circulan es que la muchedumbre prendió fuego a la plaza, cosa imposible, pues al día siguiente se celebró una novillada en la misma plaza, sin ningún problema.

A pesar de las buenas faenas realizadas por Joaquín Rodríguez Ortega, alias "Cagancho" en otras plazas y en otro momento, la frase "quedar como cagancho en Almagro" sigue persistiendo. Y la respuesta que Cagancho dio al alcalde de Almagro y al Gobernador Civil de Ciudad Real, cuando le preguntaron que le había pasado, también pasó a la historia. "Una mala tarde la tiene cualquiera".


Antonio José Alcocer Mingallón.

Licenciado en Geografía.

viernes, 19 de agosto de 2016

Paquito el Chocolatero. Historia de un pasodoble.


Que decir de este magnífico pasodoble. Es por todo el mundo conocido esta pieza musical que ameniza las fiestas populares de todos los pueblos en la imponente geografía española. Pero la fama no termina ahí, pues esta pieza también es muy conocida en otros países de la tierra como es el caso de Argentina, Estados Unidos, Alemania, Egipto, Japón o Australia. Y no solo por la revitalizante imagen que gracias al cantante King África se le volvió a dar hace un par de veranos. También hay que tener en cuenta que este pasodoble tiene un carácter propio que le sirve de carta de presentación.


Cupón conmemorativo del centenario
del nacimiento de Gustavo Pascual Falcó.

Desgraciadamente no es tan conocido el nombre de su autor, Don Gustavo Pascual Falcó, vecino de Cocentaina, una preciosa localidad de la provincia de Alicante donde nació y murió joven (1909-1946). Gustavo trabajaba en una de las numerosas fábricas de calzado que se encontraban en la provincia de Alicante. Pero además, Gustavo era un enamorado de la música. Eso le originó hacerse músico y también compositor.

Gustavo se ayudaba de su clarinete, el cual tocaba con gran virtuosismo desde los 8 años, y principalmente de su guitarra, para componer las marchas de moros y cristianos. Pues es de todos conocido la afición por la fiesta de moros y cristianos en las poblaciones de levante. Don Gustavo no podía ser diferente y unido a su gran afición por la música compuso un buen número de piezas destinadas a los desfiles de dicha festividad.
Trágicamente el maestro Pascual murió de los problemas renales por los que padeció gran parte de su vida. Pero su espíritu y recuerdo han quedado vivos para siempre en sus composiciones.

Paquito el chocolatero es su obra más laureada y la más reproducida en directo según la SGAE. Pero son pocos los que saben las curiosidades que encierra este pasodoble, salvo los vecinos de Cocentaina. Según  los contestanos (gentilicio de esta localidad), Gustavo tenía un gran amigo que además era su cuñado, Francisco Pérez Molina "Paquito". Según cuentan, en el verano de 1937, en plena guerra civil española, Gustavo Pascual veraneaba con la familia de su esposa en una casa de campo en la sierra de Mariola.
Allí lógicamente coincidió con su cuñado y gran amigo "Paquito" un hombre apasionado de la percusión y al parecer de muy buen humor al que lo caracterizaba una afamada risa contagiosa.
Gustavo tocó las 3 piezas que habia compuesto y le preguntó a su cuñado cual le había gustado más. Paquito eligió la más alegre. En ese momento Gustavo, en homenaje a Paquito le dedico la pieza y le puso su nombre.


Pero... ¿De donde viene "el Chocolatero"?

La pista la tenemos en el oficio de sus padres y del propio Paquito, el cual, se dedicaba a la venta de café, azúcar, especias varias y naturalmente chocolate. Siendo de este producto originado del cacao de donde le vendría el apodo a Paquito. De esta manera se conocia a Francisco en su pueblo "Paquito el Chocolatero". De modo que el pasodoble pasó a llamarse definitivamente así.

En la población de Cocentaina tan solo suenan las notas de este afamado pasodoble en el mes de Agosto, coincidiendo con la festividad de Moros y Cristianos, para la que se compuso. La guitarra con la que se compuso la obra y la partitura original donde Gustavo dejó por escrito la dedicatoria a su buen amigo Paquito, puede contemplarse en el museo festero de Cocentaina. No así el clarinete del compositor que fue vendido por su viuda o el violonchelo que su hijo guarda con gran cariño en el salón de su casa.


¿De donde viene el popular baile de "Paquito el Chocolatero"?

Al parecer la fama de este pasodoble corrió como la pólvora por las fiesta de Moros y Cristianos de toda la provincia en muy poco tiempo. Así en la década de los años 40, se tocó esta pieza musical en el desfile de Villena. Un miembro de la Comparsa de Piratas, apodado "El Roña" puso de moda en conocido grito de "je" mientas desfilaba. Cabe decir que "El Roña" sufría una cojera. Por este motivo desfilaba balanceándose. Sus amigos y compañeros, a modo de broma, respondían "je, que te caes",  imitando los esforzados pasos de El Roña, ellos también.
El Roña, lejos de molestarse y siguiendo el buen humor que caracteriza estas fiestas y a los que en ellas participan, se puso frente a sus compañeros sin dejar de moverse dando lugar así al archiconocido baile.


Pero el maestro Pascual no podía dejar ahi su aportación.
Se dió cuenta que al componer sus obras y ensayarlas sonaban muy bien, pero no era así cuando se tocaban en un desfile. Por tanto recolocó la disposición de las bandas de música a la hora de realizar un pasacalles. Ubicó la percusión en la parte delantera, los instrumentos de acompañamiento detrás y los instrumentos de melodía en medio. Esta nueva disposición se estrenó en las fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina en 1943. Esa misma noche, cuenta que Gustavo fue llevado a hombros a su casa. Y aún hoy en día en los desfiles de Moros y Cristianos se sigue organizando de esta forma a las bandas de música.


Antonio José Alcocer Mingallón

Licenciado en Geografía.



martes, 9 de agosto de 2016

PROMETER EL ORO Y EL MORO


Es curiosa esta frase hecha en el castellano.
Como es lógico, tiene su origen en nuestra lengua a partir de un acontecimiento en época medieval. Pues como es conocido por todos, los musulmanes ocuparon la Península Ibérica del 711 al año 1492. Tomando como acontecimiento final, la entrega de las llaves de la Alhambra de Granada de Boabdil "El Chico" a los Reyes Católicos el 2 de Enero de 1492.

Durante esos siglos, los musulmanes ocuparon gran parte de la Península Ibérica, a la que accedieron desde el Sur, aprovechando un descuido de las visigodos en Tarifa, Posteriormente a eso, los musulmanes fueron avanzando su frontera hacia el norte hasta que en vascones, cántabros y principalmente astures consiguen frenarlos e incluso derrotarlos. Para lograr la victoria final fueron necesarios siglos de luchas.


En esos enfrentamientos bélicos, la cantidad de cadáveres que ocupaban el campo de batalla tras finalizar la misma, eran muy numerosos. Ello era debido a la innecesaria práxis de hacer prisioneros por norma general. Lo más corriente que podía sucederle a un soldado era la victoria o la muerte. Aunque en ciertas ocasiones había una tercera salida, no era otra que ser retenido y solicitar a cambio un rescate. Este gesto que hoy en día podríamos denominar secuestro, era una práctica habitual que solía realizarse al reconocer a un personaje ilustre en la refriega. Por tanto los soldados que soportaban una maltrecha vida de penurias y calamidades económicas, empuñaban sus armas con los ojos bien abiertos por si alguna pista de la indumentaria o montura del enemigo podría señalar quién era un personaje ilustre.

Es por este motivo, que durante el reinado de Juan II de Castilla, concretamente en 1426, tiene lugar una batalla entre moros y cristianos en las cercanías de Ronda (Malaga). 
Estatua ecuestre de Juan II de Castilla, en Ciudad Real.
Los rehenes por los que se exigió rescate fueron Abdalá, alcaide de Ronda y todo su séquito. Entre su séquito se incluía a Hamet, sobrino del mismo Abdalá.
Los cristianos que apresaron a estos musulmanes, se los llevaron a su ciudad, Jerez, hasta recibir el pago por liberarles. 
El bando musulmán pagó el rescate pero los jerezanos tan solo liberaron a Abdalá. 

Este acontecimiento llegó a oídos del rey que ordenó la puesta en libertad de todos los rehenes, puesto que el pago se había realizado. Pero los caballeros jerezanos, influenciados por la esposa de uno de ellos, no estaban dispuestos a dejar pasar la oportunidad de obtener otra importante suma por los demás rehenes. 



Si bien los caballeros pretendían obtener una buena suma de oro por los reos, el rey ordenó trasladar al sobrino del cabecilla musulmán a la corte. Curiosamente, el reo más valioso de todos los que quedaban apresados, dejando a los menos valiosos en manos de los caballeros.
De este modo, los soldados de Jerez pensaron que el verdadero interés de Juan II, no se trataba de hacer justicia y liberar a todos los presos por los que ya se había pagado. Sino tener al moro más valioso de todos bajo su poder, para canjearlo él mismo por el oro,


Es por ello que los jerezanos dijesen que el rey lo que quería era: "el oro y el moro".

Siglos después, en España seguimos empleando este dicho cuando otra persona pretende obtener algo exageradamente positivo para esa persona o algo totalmente absurdo.

Son tantos los dichos, frases y expresiones que empleamos en castellano y que desconocemos su origen, que es fácil encontrar ciertas respuestas en episodios tan pasados, que en muchas ocasiones son borrados y olvidados de nuestra cultura y conocimiento. Desde "El gato curioso de Alcocer", intentaré investigar y dar luz a estas curiosidades para evitar que el paso del tiempo las borre.





Antonio José Alcocer Mingallón
Licenciado en Geografía.

viernes, 5 de agosto de 2016

El símbolo del Dolar, un invento español.



¿Quien no conoce el símbolo del dólar? ¿Quién no ha visto aunque solo sea en televisión el símbolo de la moneda estadounidense? Incluso desde dibujos de animación para niños a películas del oeste, el símbolo del dólar lo hemos estado viendo muy habitualmente.

¿Pero sabemos de donde viene este curioso símbolo? ¿Quién lo inventó? ¿Porqué no es una letra “D” de la palabra dólar? todas estas preguntas las desvelaremos en este nuevo artículo de curiosidades de “EL GATO CURIOSO DE ALCOCER”.



Como todo tiene su explicación, el origen del dólar no seria menos. El dólar norteamericano tiene su nacimiento en el imperio español. Concretamente en el siglo XVII, en el episodio de colonización de los territorios que hoy están bajo el mando de EEUU Y México.
El símbolo del dólar se compone actualmente de una letra mayúscula S, a la cual la atraviesa verticalmente una barra, hasta hace pocas décadas eras 2 las barras verticales.
Mucha gente en el país norteamericano pensaba que el símbolo del dólar $, se originó de la fusión de las letras iniciales de United States.  Es decir, las letras se superponían quedando las líneas verticales de la “U” atravesando a la letra “S”. Pero lo cierto es que no existe ninguna prueba que demuestre esa hipótesis.

La única hipótesis que ha podido ser demostrada es que el símbolo del dólar se usaba y por tanto es perteneciente al imperio español, el cual se usaba esta marca para señalar los lingotes y monedas extraídos y fundidos en las colonias americanas con destino a España.
Me refiero en concreto al símbolo de las columnas de Hércules que desde la antigüedad del mundo clásico, los griegos establecieron en Gibraltar y Ceuta el umbral que daba paso a un mar desconocido que hacia el oeste terminaba en un abismal precipicio. Es decir, el fin del mundo. Además a dichas columnas se les acompañó de una famosa leyenda en latín, “Nom Terrae Plus Ultra”, que significaba precisamente que  no existía tierra más allá. Fernando el católico adoptó este símbolo de la mitología griega.




Columnas de Hércules con leyenda en el Ayuntamiento de Sevilla.

Ya sería con el rey Carlos V, en el siglo XVI la leyenda cambia a “Plus Ultra” al haberse descubierto un nuevo continente al otro lado del Atlántico. Con ello el Imperio Español quería poner de manifiesto que había conseguido llegar más al oeste que nadie y que si existía tierra más allá. Incluso Carlos V, adopta este símbolo como emblema personal y lo plasma en nuevas construcciones. Es ejemplo la foto de arriba, en la construcción del Ayuntamiento de Sevilla.

En la actualidad podemos ver estas columnas de Hércules flanqueando el escudo nacional. Al tiempo que son envueltas en la leyenda “plus ultra”. En su base podemos ver las olas del mar simbolizando el estrecho de Gibraltar y sobre una columna, la corona del Sacro Imperio y sobre la otra la corona española.



Escudo de España.

En la moneda acuñada por el imperio español como es el caso del “real de a ocho” o peso mexicano, ya aparecía este símbolo de las columnas de Hércules. Moneda empleada por los colonos en México y en los territorios españoles que hoy se encuentran bajo control norteamericano. Esta moneda comenzó a ser muy utilizada en Estados Unidos con el nombre de “dólar español” siendo adoptada como la moneda oficial en 1785, motivado por la Guerra de Independencia de los Estados Unidos ante la falta de moneda británica. De este modo el nombre de “dólar” y su símbolo fueron adoptados por USA.

Más tarde en 1792, Estados Unidos acuñó su propia moneda, el “Dólar Americano”, menos corriente al contener mas cantidad de plata y ser mas pesado. Ambas monedas convivieron hasta que en 1857 cuando el dólar español es declarado moneda no legal. Esto sucedió cuando el valor de ambas monedas se igualó.


Los comerciantes y contables usaron este símbolo del dólar como abreviatura del nombre de la moneda y es por ello que perduró y perdura dicho símbolo.


"Real de a ocho" del Imperio Español".

Pero las acuñaciones del dólar americano  siguieron reflejando las columnas de Hércules. E incluso en el mercado de valores de Wall Street, se median los precios en octavos de dólar, en recuerdo al dólar español, el “real de a ocho”. Esta forma de medir los valores no cambió en el mercado de valores norteamericano hasta 1997.

Aún hoy en día, el dolar sigue siendo el referente económico en los mercados de valores de todo el mundo. ¿Quién podría sospechar que dicho símbolo se debe al imperialismo de España, a la guerra de independencia norteamericana y a la mitología griega? El mundo está lleno de cuestiones que damos por hechas, pero desde "El gato curioso de Alcocer", trataremos de seguir explicando todas estas curiosidades que nos rodean.


Antonio José Alcocer Mingallón
Licenciado en geografía.

martes, 2 de agosto de 2016

COGER LAS DE VILLADIEGO

Esta famosa y repetida frase, como todo en la vida, tiene su porqué.
En este artículo os lo contaré apoyándome en los datos históricos, como siempre hago.

Villadiego es una población situada al noroeste de la ciudad de Burgos, a unos 38 kilometros. Y según cuentan los archivos fue fundada por un noble, el señor de Amaya, también conocido como el Conde Don Diego Rodríguez Porcelos.
Conde Don Diego Rodríguez Porcelos

Pues es este conde quién manda construir dicha villa en el siglo IX, durante el reinado de Alfonso III "el Magno", último rey del reino Astur y primer rey de León.

Lógicamente el nombre de la villa viene por su constructor, Don Diego, al tiempo que fue a este conde a quien se le concedió la gestión de dicho territorio.

Aunque no existen datos escritos, si se conoce por la tradición oral, que en origen se llamaba a dicho territorio "Las Siete Villas de Diego". Pero lo que si se puede demostrar de forma tangible, es que se han encontrado y se conocen hasta 7 iglesias que servían de parroquia para 7 barrios en lo que hoy es Villadiego. Dichos barrios son: San Cristobal, Barruelo, Tudanca de Abajo, Tudanca de arriba, Mora, San Esteban y el villorrio de Villadiego. Estas parroquias ocuparían la campiña y formarían así el pueblo de Villadiego.

Plaza Mayor de Villadiego, Burgos.

Pues bien, según la tradición oral de habla castellana, cuando una persona quiere escapar de algo, se aplica la expresión "Tomó/cogió las de Villadiego". Esta expresión es muy antigua y no se conoce a ciencia cierta su origen, pero si se sabe que ya en el siglo XVI era muy corriente usarla. Tanto es así que esta frase aparece en el Quijote de Miguel de Cervantes. Concrétamente en el capítulo 21, cuando el barbero es derribado de su asno por Don quijote. En ese momento, Cervantes escribe: "puso los pies en polvorosa y cogió las de Villadiego".

Fernando de Rojas también usó dicha frase al escribir la Celestina. Pues en el acto segundo, Sempronio dice a Parmeno: “Apercíbete a la primera voz que oyeres a tomar las calzas de Villadiego“ y responde Parmeno: “Leído has donde yo; en un corazón estamos. Calzas traigo y aún borceguíes desos lugares que tú dices, para mejor huir que otro”.

Aunque a ciencia cierta nadie puede mostrar mas que hipótesis sobre el origen y significado de esta frase, todos los indicios apuntan a la principal hipótesis que es la siguiente.
En la Edad Media, fueron habituales los acontecimientos de ambiente hostil contra los judíos en España, o mejor especificado en este caso, en el reino de Castilla.
Como ya sabemos, los judíos solían dedicarse al negocio de la usura. Es decir el préstamo de dinero a cambio de un aval si no se devuelve dicho dinero y en caso de ser devuelto, aumentaba la cuantía a devolver en un alto porcentaje de interés a favor del usurero.
Lógicamente, esta práctica no era digna de admiración para el pueblo cristiano y castellano que veía a los de diferente religión y de otra estirpe enriquecerse y aprovecharse de las necesidades del más desfavorecido.

Cuadro de un matrimonio judío usurero.


Hoy en día, llamaríamos a estos judíos usureros con el nombre de banqueros. Con ello nos hacemos una idea de lo amados que son por la sociedad y la fama que tienen. Y en la edad media además teniendo en cuenta que en aquella sociedad, la religión era muy importante y los usureros no practicaban la "verdadera religión" como se solía decir entonces, al no ser cristianos.

Por tanto los altercados, palizas, retenciones y venganzas para con los judíos usureros eran más que habituales, incluso por  las autoridades locales. 
Para evitar estos problemas, es el rey Fernando III "el Santo", quién decreta en el pueblo de Villadiego como lugar donde los judíos no pueden ser detenidos ni agredidos. Considerando que aquel que atentara contra ellos en dicha localidad, quebrantaba una orden directa del monarca. Eso convirtió a Villadiego en la ciudad-refugio hebrea del reino.

De este modo, ante cualquier síntoma de persecución que un hebreo creía sufrir, "tomaba las de Villadiego"  (huía a esta ciudad-refugio donde los judíos usureros estaban protegidos por la mano del rey).

Además para ser distinguidos, el rey obligó a los usureros hebreos a  llevar un distintivo en sus ropas. Se trataba de vestir con unas calzas de color amarillo que debían usar siempre mientras se encontraban en Villadiego, para que los cristianos supiesen que ese judío era intocable al estar protegido por la mano del rey.
Calzas amarillas. Distintivo judío de protección.


No es que el rey Fernando III se le apodara "el santo" por eso o fuera canonizado por ese motivo. El motivo del rey para proteger a los usureros judíos es simple. Le financiaban las campañas militares contra los terceros reinos taifas de los musulmanes. Es ejemplo la campaña bélica contra el reino taifa de Sevilla que terminó favorable para las huestes de Fernando III, que había sido financiada por los judíos.

También se habla de otra hipótesis del origen de esta frase. Pues se cuenta, (pues no parece haber datos escritos fehacientes) que en cierta batalla en burgos contra los musulmanes, las huestes cristianas se vieron en la necesidad de huir al norte ante la fortaleza del ejercito mahometano. Por tanto, al huir al norte, tomaron el camino a Villadiego.


Tal vez existen otras hipótesis para esta famosa frase. pero la primera es al parecer la más fácil de demostrar, aunque no al 100%.

Espero que os haya gustado y resultado interesante. 

Hasta el siguiente articulo.


                                                              Antonio José Alcocer Mingallón

                                                                 Licenciado en geografía.